A comienzos de 1878 se reunió en Ambato la Asamblea Constituyente convocada por Veintemilla, una mayoría de sus miembros adicta al Jefe Supremo le nombró Presidente Constitucional, concediéndole facultades extraordinarias, con lo cual el país siguió prácticamente en dictadura militar. El presidente siguió prácticamente en dictadura militar. El presidente siguió una política personalista adulando al populacho con fiesta y dádivas, lo mismo que al ejército.
Tuvo ahora éxito en sus planes, muchas obras públicas abandonadas se cumplieron y otras dieron principios con él. Hubo una notable prosperidad comercial, la exportación mejoró excepcionalmente a causa de la guerra del Pacífico, en la que pelearon Perú y Bolivia contra Chile en 1879.
Veintemilla había perdido colaboradores de categoría como Juan Montalvo, los ministerios Pedro Carbo y Castro; el pan y el circo casaron al pueblo. Se asesinó al diputado político de fuste Vicente Piedarhita, la brutal flagelación del joven escritor liberal Miguel Valverde; estos desaciertos desbordaron la ira de todo el país entonces Veintemilla se declaró nuevamente dictador mediante un golpe de estado, que causó un rechazo nacional; esta segunda dictadura se inauguró el 25 de marzo de 1882.